jueves, 26 de agosto de 2010

El encanto de no conocer.

Solo te veo a ti. Radiante estrella en el tumulto. Imagino ser también un astro en tus ojos.
Esa sonrisa, esa mirada, chica dessarreglada y preciosa. Brillante. 
Eres perfecta. También lo son tus ojos, tus labios, tu cadera, tu pelo… Soy títere de tu sonrisa.
Quiero conocer, conocer y descubrir qué esconde tu mirada.
Me has mirado, lo sé… Quiero creer que piensas en mí.
¡Cuanto te quiero! La mejor forma de querer algo es no tenerlo, entiendo que solo así puedo desearte tanto.
Quisiera hablarte, acariciarte y besarte. Probar el sabor de tu sonrisa. Estar contigo hasta que la aurora nos despierte de un sueño compartido.
Quisiera sentir como tus dedos arrullan mi cuerpo con el lenguaje de las caricias.
Hablar contigo.
Quiero, quiero… y no puedo. Porque ni tu nombre sé…
Te observo, te veo. Estás ahí, pero… Deseo.
Te imagino perfecta, y así es mejor. Perfecta en mí mente, perfecta en mis sueños.
Tal vez nuestras manos el destino las una. El encanto poco duraría... Seguro que no nos entenderíamos, seguro que no compartimos gustos, seguro que somos piezas de un puzzle diferente... ¿Seguro?, eso quiero creer. Por eso estoy tan melancólicamente feliz… Aún así no puedo evitar soñar con tenerte. Princesa entre dragones.
Me hace feliz pensar que eres mía en el presente, pero ese presente del que es dueño el futuro.


 Un crepúsulo valdría... un crepúsculo valdrá. Lo sé, y tú también. Llegará...




1 comentario: