Es irónico, no es...

Tus ojos fueron soles en las noches más oscuras. 

Confundido el examen de mis retinas, miradas que no veían.

Rara realidad, desgarrado intento de agradar sin recompensa. 

Tan cerca de tus labios, tan lejos de tus besos.

Hecha la cuenta, resuelto el problema. 

Matemáticas abstractas estas de los sentimientos.

Te regalo...

Te regalaría el mundo entero, pero se quedaría pequeño en el universo de tus labios. 

Te regalo la primavera. Te regalo las flores, y no sólo las flores, si no también sus colores. Te regalo la luna más grande de mi vida, nunca estarás sola. Te regalo un rayo de sol por cada pelo de tu melena. Y te regalo un nuevo sol por cada día de la semana. Te regalo cada día tantas caricias como gotas caigan en ese chaparrón que empapará nuestras miradas. Te regalo una sombra perfecta, bajo un árbol que nos verá vernos. Te regalo el vehemente calor de los verdes pasos. Te regalo el recuerdo de la locura de las hojas abatidas.

Te regalo cientos de horas en la playa, donde el tiempo pasa volando, orillas del mar. Te regalo incontables besos por cada verso que me inspiras. Te regalo noches de locura, y cariños mañaneros. Te regalo mi pecho para que lo riegues con tus llantos. 

Te regalo mis brazos, y en ellos te espero.

El tablón de anuncios de tus pechos.

Hoy leí en el tablón de anuncios de tus pechos que buscabas compañía.

Hoy te vi paseando tu sonrisa de gimnasio, tu culo de piel vaquera, con el cuerpo al alza por calzado.

Besos en rebajas, caricias que ciegan la razón, y miradas que, de ron, riegan ilusiones.

Ardor entre acto y acto, barato amor al por mayor. 

Amor de arrebato, que acaba arrebatando los deseos.

De la mente más fría la mirada más caliente.

Hoy vi lo que ayer viví. 

De cariño y de maldad.

Qué hay de nuevo en esta vida de mentira y de verdad.

Si por mucho que te escriba no sales a navegar.
Navegar los sentimientos de cariño y de dulzura,

navegar los sentimientos de miseria y de maldad,

Esperando un nuevo vuelo,

intentando despegar,

olvidar lo que es el suelo,

conocer la libertad.

Esperando verte arriba,

esperando escuchar

las palabras de tu boca

que me puedan amparar.

Naciste en un altar
y ahora te toca caer.

Tienes frío en el infierno,
tienes frío en soledad,

todo lo que sube baja,
es cosa de gravedad...

Y algo debes asumir,
de hielo fue tu corazón,

derretido por el miedo

a escuchar esta canción.

Las palabras que yo siento,
las palabras que sentí,

sabes que no te miento,
sabes que no te mentí.

Una sonrisa radiante,
esa cara de algodón,

esos besos de princesa
que rompen mi corazón.