martes, 28 de febrero de 2012

Feliz de verte venir

No hay nada como ser fuerte en los deseos. Pero lo siento, tus tacones no entran en el 16:9 de la panorámica de mis sueños.
No me gusta madrugar, pero mi vida al sol es tan salada como el mar. 
Echando un pulso a mi corazón para que no se revolucione, cosa de pulsos. 
El estribillo de tus besos es bien conocido: un minuto de silencio entre desalmados huracanes. 
Hasta los ardientes hielos de mi copa dicen que rectificar es de sabios... Pero para ti rehacerse es de "modernos"...
Más chorradas, más inventos, sólo para exculparse entre los malotes del infierno.
Acompañante de excepción son sonrisas de traición que aunque te joda devuelvo con razón.
Aprendiendo a agrandar mis casillas para que sea imposible que me saques de ellas. 
El tiempo pone a a cada boca en su besar y cada falsa mirada en su marea.
El tiempo pone cada paso en su destino... No te quejes entonces de las piedras del camino.


Y así pasó otro día, ¡Feliz de verte venir! Y así poder apartarme a tiempo.





lunes, 13 de febrero de 2012

Entre susurros y gritos.

¿Cuántas rosas hay sin espinas?
Tantas como sabanas tejidas de gozo. 
Sin cabida para lágrimas, angustiado pez en el pozo que vacías día a día.
Salir en un cubo de la realidad que de fría congela mi llanto y no me deja cantar. 
Me falta intensidad, y si crezco, lo hago como la hierba del invierno.
Pero menguo cada día en el averno de la indiferencia de tus besos. 


Susurro a las estrellas a plena luz del día.
Escondida como ellas me saludas y te olvidas. 
Por la noche grito al sol que me dé el calor que tú no das, sin miedo a lo que diga la gente, no me rindo ante el astro indiferente. 
Entre gritos y susurros están escritas... las historias más bonitas.