martes, 29 de mayo de 2012

No hay pasiones eternas, pero...

Y no hay caramelo menos sabroso
que aquel que no he conseguido.
No hay error más horroroso,
que el de un bombón derretido. 

Capaz de soñar con todas,
incapaz de no soñar contigo. 
Soy testigo de mi tontería,
de querer en verano ser tu abrigo.

Jugando a hacerme ver. 
Creer es no saber...
Querer es perder el tiempo.
Y el tiempo lo marcan tus ojos.

Y tal vez me lance hoy
por el barranco de tus pechos.
Pues si de algo he de morir...
¡Qué tu ombligo sea mi lecho!.

No hay pasiones eternas,
pero existe el paraíso,
dos caminos lo conducen,
tus labios y tus piernas...




martes, 15 de mayo de 2012

Mantenerse en lo oscuro.

Yo nunca fui un cabrón, incluso a veces por no serlo frené al corazón. La madurez no llega con los años, sino con el tiempo.
Me he sentido ultrajado, he parado, pensado y respirado. No me creo cobarde por esconderme en ocasiones, de hecho en la oscuridad de mi escondite hay que tener cuidado... con razones siempre he salido de mi agujero.

Odio pensar que no me quieres, odio tener que separarme de tus pasos para dejarte crecer con la luz del sol. Los cariños que te doy son la consecuencia de tus ojos. Tal vez también consecuencia de mi falta de autocontrol, de querer besar tu sonrisa...
Pero en la oscuridad veo claras las cosas que a tu lado veo oscuras, como el color de tus ojos, inocentes y perversos.
Y no entiendo por qué siento que este sentimiento ya lo acaricié en otro momento...



Espero que si tiene que ser, sea. No frenemos el destino, siempre que impulsados por el corazón, caminemos sobre la razón.
Me creo capaz de sorprenderte para bien cada mañana, y tal vez sea mañana cuando por sorpresa me digas ven. 
Quizás mañana sea tarde, pero esa tarde de mañana viajaremos al edén.


lunes, 14 de mayo de 2012

El calor de los sueños



Como el sol, siempre estuviste ahí, e igual que él, de un día para otro me diste todo tu calor...




Me apetecía escribirte algo profundo,
pero no estoy yo como para jugar ahora con palabras... 
Ya han jugado demasiado tus labios con mis ojos.
Así que seré directo.
Del siempre al ahora hay un paso. 
De estar ahí a estar en ti, otro vaso... 
Pero de estar como perrito faldero... paso.
En tu falda o vaqueros yo me vuelvo loco, 
y es el foco de mis noches la entre pierna de tu cuerpo.
Es tu cuerpo en el que vivo cada noche sólo en casa.
Es sólito que pase, que en mi cama aparezcas cuando hace tiempo que te vi. 
Y te veo... Y procuro recordar cómo olvidarte.
Y olvidando el olvido, apareces.
No aprovecho el minuto libre que tu sonrisa me despoja de tus cadenas (esas que con humo me unen a tus pechos y a tu cuerpo).
Bailando un vals con las estrellas de mi cabeza, en mi mente está el palacio de la princesa de mis sueños.
Paraíso de dragones y pecados.
No soy yo tan caballero... temo no estar a la altura de tus tacones.  
...
...
...
Está llena la luna cuando alumbra nuestros días.


jueves, 10 de mayo de 2012

La casa de apuestas de tus labios.

No ser la bala que suelo ser, directa al destino. 
No es por el sí o el no, es por jugar con cierta ventaja.
Que no hay imposibles ya sabemos, pero tal vez no sale a cuenta apostar.
Si algo supiera... ¡Todo sería más fácil!
Necesito una señal, un nunca, tal vez, es probable o ven conmigo.  Algo.
Puedo imaginar que me guiñas el ojo sin cerrarlo, puedo soñar con tu olor. 
Puedo hacer mil cosas.
Pero lo que no puedo hacer es vaciar mi cartera en la casa de apuestas de tus labios... 


O tal vez sí...



martes, 8 de mayo de 2012

Me llaman loco porque...

Me llaman loco porque... no sigo la norma.
Loco porque aunque te hayas reído te explico el chiste.
Loco porque hago la grulla o el ataque del corzo cuando menos te lo esperas.
Loco porque al llamar por teléfono hablo con acentos raros,
loco porque creo que no me pillarán.
Loco porque leí un artículo sobre cerveza artesana y un mes después la embotellaba en mi casa.
Loco porque sonrío antes del chiste.
Loco porque te toco la espalda y miro a otro lado.
Loco porque nunca me vieron parado, loco porque vivo en un despiste.
Loco porque canto sólo en mi coche, y mientras, bailo con los brazos.
Loco porque en vez de hablar de nudos, hablo de lazos.
Loco porque le pongo banda sonora a la vida, a cada paso, cada persona, cada cerveza...
Loco porque disimulo que me vuelves loco cuando sonríes.
Loco porque a menudo no duermo para descansar sino para soñar...
Loco porque en compañía de estos sueños me tumbo y miro las estrellas.
Reloco porque te busco entre una de ellas.