miércoles, 25 de abril de 2012

Barça de mi corazón...


El día 22 de Abril de 2012 habían ingresado a su padre en el hospital. No parecía grave... 
El día 24 por la tarde se fue a casa de un colega a ver la semifinal de Champions. Barça-Chelsea... Había que remontar un 1-0 en el Camp Nou, no parecía muy complicado. Sería genial que el Barça, su equipo de toda la vida, ganara... entre lo de su padre en el hospital y el trabajo, una alegría no le vendría mal. 
Entonces ya viendo el partido, el Barça se adelantaba, EUFORIA! Y además echaban a Terry del Chelsea... Y de repente, vuelve a marcar el Barça. La emoción era plena. Todas las penas se habían olvidado. Hasta que el Barça encajó un gol... Agh, como en la ida, en el descuento de la primera parte. Ya en la segunda el Barça no hacía más que tocarla y probar por  arriba... Todos los colegas que veían el partido se desesperaban y esperaban más. Y además Messi falla un penalti. Era algo increíble, el Barça tenía arrinconado al Chelsea y no conseguía marcar el gol que le daba el pase a la final de la Champions... Y así pasaron los minutos... Tensión, preocupación, emoción... Finalmente Torres en un 1 contra 1 sentenciaba el partido a favor de los ingleses. ¡QUÉ PUTADA! Triste, apagado, casi llorando por la gran oportunidad perdida se despidió de sus colegas (todos culés) y bajó al coche para irse a casa... Estaba hecho un asco, "Maldito Pep, si hubiera propuesto un juego más abierto seguro que habríamos ganado" se decía a si mismo, no le apetecía ni poner la radio para escuchar a los periodistas... ¡Qué bajón!.
De vuelta a casa, en el coche sonó el móvil, lo sacó de su bolsillo con una mano mientras con la otra aguantaba el volante y contestó. Llamaban del hospital. Su padre había muerto poco antes... El corazón se le salió del pecho. El aire desapareció del interior del coche. Con la mirada fija en la oscuridad de la noche, su cuerpo quedo paralizado a 104 km/h... 

Hoy, 3 semanas después, despierta. Dos ojos, dos orejas, dos brazos, dos manos, una pierna... y además el Barça había perdido...


A 16 de Mayo de 2012.


lunes, 23 de abril de 2012

Lapsus






En momentos de versos no hubo tiempo para besos.
Cabalgando a lomos de la falsa indiferencia,
luchamos en el verano de la nieves.
De tanto esperar, se consumió el delirio. 
Y no hay delirio sin vehemencia.
Estos dos vehementes caducaron en la demora.
Y estoy de muerte y ardiendo,
sin pasar por el crematorio.
No hay mal que por bien no venga,
ni venganza que bien haga.


miércoles, 4 de abril de 2012

¡Qué el viento peine tu pelo!

Sólo quiero que prefieras bajar la ventanilla a usar el aire acondicionado.
No te ofrezco un seguro de vida, ni un te quiero para siempre.
No te prometo noches románticas todos los fines de semana, pues no creo que encuentres románticos a los borrachos de mis amigos. 
Sí que prometo necesitarte semana tras semana para que me recuerdes cuáles son mis obligaciones, y cuáles mis aficiones. 
Seré egoísta en ocasiones y exigiré que seas mía, pero por respeto a la humanidad te dejaré al disfrute del resto la mayor parte del tiempo. 
Pero sobre todo quiero que bajes la ventanilla del copiloto de mi coche  y el viento peine tu pelo. Que tus gafas de sol oculten tus ojos pero no tu mirada. Que el astro de luz caliente nuestros cuerpos e iguale su temperatura a la de nuestros corazones.
28ºC en la calle. Muchos más en el asfalto. Y que el día que despeguemos rodando por la autopista con destino al paraíso acabemos rodando a las orillas del mar Mediterraneo, o Cantábrico, pues no importa el sitio ya que las brújulas habrán quebrado. Y ese día, mi boca no sabrá a rosas... sabrá a cerveza o a sidra, y la tuya a...
Y así contar el tiempo que nos queremos en minutos. Poner en Twitter: "Parece que fue hace poco, pero ya llevamos 3 minutos queriéndonos!!"
Y así, queriéndonos en segundos es como llegaremos lejos. De momento, y antes de todo esto, vayamos a tomar unos cachis este finde, que el Sábado no tengo partido.
Juguemos contra la vieja Hera. Sé que la Afrodita que llevas dentro no necesita fuego ni forja sino las yemas de mis dedos...