lunes, 12 de marzo de 2012

No hay calvario sin abecedario.

Nunca es tarde si la dicha es buena. 
Te haré llorar de risa cuando tu corazón sólo sea pena. 
Porque pase lo que pase,
no me quedaré en el envase.
Me quisiste un momento,
no era tiempo de lamentos.
Corazones encendidos, sentimientos escondidos. 


Y no hay calvario sin abecedario.
No hay desorden sin haber habido orden. 
No hay mandatos sin mandatarios,
ni mandatarios  sin mandados. 
Y levantarse es más fácil si te animan.
Cansado de arrastrarme, apoyarme, y caerme,
encontré forma de levantarme...
Apoyado en tus miradas y tu sonrisa
conseguí reir como nunca lo había hecho,
y sentir que abrazarme a algo era sumar puntos a la vida.
Vida, que no me dará todo lo que la pida,
pero si valor para luchar y así poder amar. 
Amar, que no a una ni a dos, sino a cientos de personas,
no te quiero sólo a ti, y sé que me perdonas. 
Pues no pienso cometer ese error que dice que "el amor"... cosa de dos. 




Deseando que estos versos se conviertan en los besos de tu alma.
Que cuando tengamos que bailar, 
lo hagamos con las estrellas.
Sé que dormir contigo es hacerlo con una de ellas. 
Que las marcas de mi espalda sean fruto de pasión,
no de sucios latigazos.
Que sean lazos tus dos brazos.
Y tus pechos las montañas más bellas
donde escalar entre las nieves de las sábanas más profundas.


Pero recordando que no hay amor más verdadero
que el amor al amigo, que el amor al compañero. 
Que si algún día llega el diciembre de nuestros besos,
tengamos con quien pasar el frío enero. 
Pero mientras tanto vivamos sin complejos,
estemos cerca o estemos lejos.
Y unamos nuestros cuerpos para ser fuertes.
¡Qué sí! ¡Qué en un futuro yaceremos inertes!
Así que recordemos que la vida se mide en segundos,
aprovechar el placer de quererte,
el placer de ser tuyo y de todos,
el placer de protegerte. 
Que el destino no está escrito y no entiende de razón.
Que la tinta del destino es la sangre,
y sus palabras van escritas en tu propio corazón.



miércoles, 7 de marzo de 2012

Otra adelfa en mi jardín.

Hoy de nuevo esa sonrisa tonta. 
Forzada en mi indiferencia, tratando de no ser lo que soy, siendo lo que nunca fui, y habiendo sido lo que nunca seré. Pues no hay explicación para ésto. No hay ley científica que nos aproxime, y así nos va. 
Es perderme entre mis sábanas, y buscarme en tus caricias. Caricias siempre nacidas de mis ojos bien cerrados, ¡de mis manos siempre quietas!.
Hoy recordé con gozo en un pozo el pasado que tuvimos. 
Hoy imaginé atontado el futuro deseado. 
Hoy soñador impropio de tus ojos no inventados.

adelfa flor

Que de ganas voy sobrado, y de ostias bien parado. Y por una y por otra, a lo loco cautelado...