lunes, 29 de octubre de 2012

Hoja de otoño.

No te sonrojes mi niña cuando el viento te levante las faldas. 
Tus pasos marcados en fuego, y en hielo tus miradas. 
Eres hoja de otoño que cae, lo que no sé es si en el agua o en mi cama. 
Esperada entre rejas. 
Siempre entre jaulas y quejidos de perros con mariposas en sus tripas. 

Diosa de salvajes que se codea con la luna.  
Ciega de la lotería de tus ojos.
Acostumbrada a los homenajes, pero en el fondo paje entre pajes. 




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