Las hay con más dinero, pero no más ricas.
Las hay de ojos preciosos y mirada perdida.
Las hay de verdad, las hay de mentira.
Y a veces pienso que eres humo,
pues no puedo abrazarte,
y te siento tóxica y dañina.
Pero sin duda soy preso de tu nicotina.
Cuántas horas he soñado
con tus piernas tan lejanas.
Cuántas balas de fogueo
disparadas en mi cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario