lunes, 14 de mayo de 2012

El calor de los sueños



Como el sol, siempre estuviste ahí, e igual que él, de un día para otro me diste todo tu calor...




Me apetecía escribirte algo profundo,
pero no estoy yo como para jugar ahora con palabras... 
Ya han jugado demasiado tus labios con mis ojos.
Así que seré directo.
Del siempre al ahora hay un paso. 
De estar ahí a estar en ti, otro vaso... 
Pero de estar como perrito faldero... paso.
En tu falda o vaqueros yo me vuelvo loco, 
y es el foco de mis noches la entre pierna de tu cuerpo.
Es tu cuerpo en el que vivo cada noche sólo en casa.
Es sólito que pase, que en mi cama aparezcas cuando hace tiempo que te vi. 
Y te veo... Y procuro recordar cómo olvidarte.
Y olvidando el olvido, apareces.
No aprovecho el minuto libre que tu sonrisa me despoja de tus cadenas (esas que con humo me unen a tus pechos y a tu cuerpo).
Bailando un vals con las estrellas de mi cabeza, en mi mente está el palacio de la princesa de mis sueños.
Paraíso de dragones y pecados.
No soy yo tan caballero... temo no estar a la altura de tus tacones.  
...
...
...
Está llena la luna cuando alumbra nuestros días.


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