jueves, 10 de mayo de 2012

La casa de apuestas de tus labios.

No ser la bala que suelo ser, directa al destino. 
No es por el sí o el no, es por jugar con cierta ventaja.
Que no hay imposibles ya sabemos, pero tal vez no sale a cuenta apostar.
Si algo supiera... ¡Todo sería más fácil!
Necesito una señal, un nunca, tal vez, es probable o ven conmigo.  Algo.
Puedo imaginar que me guiñas el ojo sin cerrarlo, puedo soñar con tu olor. 
Puedo hacer mil cosas.
Pero lo que no puedo hacer es vaciar mi cartera en la casa de apuestas de tus labios... 


O tal vez sí...



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