Y además es la consciencia lo que me hace errar.
¿O son en cambio las ganas de soñar?
¡Cuántas veces pude imaginar!
¡Cuántos besos perfectos te di en mis siestas solitarias!
Soy capaz de olvidarte por razón, pero te acabo recordando por corazón.
Y es extraño creer en la posibilidad de soportar la distancia de nuestros labios supliénda unas cañas y una canción.
Es tan fácil recordarte...
Y tan difícil volver a recordar cómo olvidarte...
Te reto a jugar, pero si de algo soy consciente es de que eres única, igual que todas las demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario