sábado, 26 de febrero de 2011

Acantilados de deseos.

Dibujar el tiempo en un papel sería más fácil que dibujar tu mirada.
Ola que viene y va, eres tú. ¿Hay razón para tus actos? Sabes que es fácil errar. Son las pequeñas cosas las que rompen la armonía y la mesura. Cosillas que son peso en la balanza de las sensaciones, que no de los sentimientos. Lastre con el que tienes que acarrear.
Ahora... mi balanza no se desequilibra porque mis sueños no pesan, sólo sobrevuelan los acantilados de los deseos sin llegar a caer en ellos. Sueña y sobrevuela conmigo el abismo del deseo de la pasión, sabrás lo que es vivir.
Para que engañarnos, tu anhelos de felicidad me buscan a mí. Posiblemente tú ni te des cuenta. No sólo vale con abrir los ojos, también hay que ver... querer ver.


Lástima que no te conozca... 


1 comentario:

  1. Apoyandote en lo conocido puedes conocer lo que no conoces.

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