Verte otra vez entre mis sueños,
otra cosa no, pero no hay dueños.
Vivo noches libres atrapado de caricias.
Tanto país de las maravillas y tan pocas Alicias.
Y la nieve del invierno
la derrite mi cuaderno.
Y de golpe el verano
por el roce de tu mano.
En los paseos por la calle
no ir contigo es no hacer nada.
En el país de los deseos,
la anarquía coronada.
Que los versos que no escribo,
son los besos que te pido.
La locura del placer
de encontrarnos en un nido.
Que la pasión nos haga arder,
y olvidarse ya del frío.
Los abrigos que me puse,
los que pronto me pondré,
son por estar en invierno,
son por no tenerme en pié.
Es amable mi intención
de besarte con amor.
Es la cruda sinrazón,
de utilizar el corazón.